Para LUQUE ECOLOGICO, S. L. el uso de los subproductos en la actividad industrial y agrícola ha sido siempre una prioridad. De esta forma, nuestro objetivo desde siempre ha sido claro: valorizar dichos subproductos (alpeorujo, hojas, principalmente) y hacer que vuelvan al campo de donde proceden, cerrando así el ciclo de nutrientes en el sistema productivo.
Para ello, desde el año 2.000 desde LUQUE ECOLOGICO, S. L. se han iniciado ensayos orientados a la valorización del alpeorujo como abono orgánico mediante un proceso de compostaje con diversas materias orgánicas procedentes de otros procesos (paja, hojas, serrin …). Esta inquietud nos llevará en breve a la construcción de una planta de compostaje en donde transformar el alpeorujo procedente de la almazara en un abono orgánico con unas cualidades idóneas para la fertilización del olivar.
De esta forma, conseguiremos algo que en Agricultura Ecológica es vital: mejorar la fertilidad de los suelos. El destino principal de este producto transformado en abono orgánico es la aplicación en olivares ecológicos. El aporte de Materia Orgánica sin duda favorecerá las condiciones de estos suelos en donde se cultivan los olivos. La mejora de la estructura del suelo, el aumento de la capacidad de retención de agua, la mejor movilización de los elementos del suelo para el mejor aprovechamiento de los árboles, el propio aporte de nutrientes, etc... son consecuencia directa de estos aportes de enmiendas orgánicas. Esto hará que los suelos pobres se mejoren favoreciendo de forma notoria el indicador medioambiental “suelo” como estrato o soporte físico de toda la biodiversidad del entorno, asegurándonos la conservación de los recursos naturales. Como consecuencia de la mejora de la fertilidad se verán favorecidos toda la diversidad biológica del entorno.
El compostaje se trata de un proceso biológico de fermentación en presencia de oxígeno. Durante este proceso se suceden una serie de etapas caracterizadas por la actividad de distintos organismos, existiendo una relación muy estrecha entre la temperatura, el pH y el tipo de microorganismos. Así, al principio del proceso la masa está a temperatura ambiente, los microorganismos que contienen empiezan una actividad frenética que hace que la temperatura alcance valores mayores de 40 ºC, siendo las bacterias la que predominan. Posteriormente se produce una etapa de enfriamiento donde actúan fundamentalmente los hongos y por último se da una fase de maduración o estabilización donde la masa vuelve a temperatura de ambiente.